Carlos Parra, concejal de Bucaramanga, se encuentra en el ojo del huracán tras haberse robado emprendimiento estudiantil creado por una joven estudiante. La niña, quien desarrolló una innovadora propuesta de galletas de hormiga culona como representación cultural y gastronómica de Santander, jamás imaginó que su esfuerzo y creatividad serían tomados sin su consentimiento por un funcionario público.
En un evento de emprendimiento juvenil, la joven presentó su idea y destacó por la originalidad de su proyecto. Sin embargo, poco después, se filtró que el concejal Parra había adoptado la idea, promoviendo las galletas de hormiga culona en diferentes espacios sin darle a la estudiante el más mínimo reconocimiento. Esta situación no solo ha indignado a la familia de la niña, sino a toda la comunidad que exige justicia ante un claro abuso de poder.
Carlos Parra, conocido en la política local, nunca había sido señalado de manera tan directa en un caso que cuestiona su integridad y respeto por los derechos de los jóvenes. La comunidad bumanguesa ahora se pregunta: ¿Cómo es posible que un representante de la ciudadanía, quien debería fomentar el crecimiento y el mérito juvenil, decida apropiarse de una idea ajena y, peor aún, de una menor de edad?
¿Qué Dicen Las Organizaciones de Defensa de Los Derechos de Autor e Infancia?
Distintas organizaciones de defensa de los derechos de autor y de la infancia se han manifestado. Voceros señalaron que este tipo de actos envía un mensaje muy negativo a los jóvenes, quienes ven cómo sus esfuerzos pueden ser tomados impunemente por figuras de autoridad. La indignación también ha llegado a redes sociales, donde se pide que el concejal Parra enfrente una sanción ejemplar para que ningún otro político se atreva a repetir esta clase de actos.
Además de la indignación general, algunos colegas y representantes del concejal en el Concejo de Bucaramanga también han expresado su rechazo. Sin embargo, hasta el momento, Parra no ha emitido ninguna declaración pública que explique su posición frente a estas graves acusaciones. En la ciudadanía crece el descontento y la exigencia de una respuesta clara y, sobre todo, de una disculpa hacia la joven afectada.
En palabras de la familia de la estudiante, “esto no se trata solo de un proyecto; es el esfuerzo, los sueños y el talento de una joven santandereana que buscaba representar lo mejor de su cultura a través de su emprendimiento. Que alguien venga y le bastante ese mérito es simplemente inaceptable”.
¿Qué Dicen Las Organizaciones de Defensa de Los Derechos de Autor e Infancia?
Por su parte, algunos abogados especializados en propiedad intelectual han advertido que la situación podría tener consecuencias legales. Según explican, si la joven demuestra que ella fue la creadora original del concepto de las galletas de hormiga culona, el concejal Parra podría enfrentar cargos por apropiación indebida de propiedad intelectual. Sin embargo, el proceso legal podría ser largo y agotador, una realidad que la familia está evaluando cuidadosamente.
La polémica continúa, y en las calles de Bucaramanga el caso se ha convertido en un tema candente de conversación. Padres, maestros y jóvenes se preguntan qué clase de ejemplo dan las figuras públicas si terminan tomando el crédito de quienes aún están formándose.
El caso de Carlos Parra es un recordatorio de que la ética debe prevalecer en el ámbito público. La ciudadanía espera que, en lugar de esconderse, el concejal dé la cara y haga los pasos con la joven y su familia. La reputación de Parra y su futuro político ahora están en juego, y la presión de la comunidad es alta para que se tomen las medidas necesarias y este abuso no quede en la impunidad.