La política de Bucaramanga vuelve a estar en el centro de la controversia, y esta vez el protagonista es John Fernando Ramos. Este miembro del partido Verde enfrenta acusaciones que podrían hundir su reputación y sembrar dudas sobre la integridad del movimiento político al que pertenece. John Fernando Ramos escándalo
En medio de su trayectoria política, Ramos se ve envuelto en dos graves escándalos. Primero, su vínculo con Soyzari, un conocido vándalo que lideró y transmitió en vivo los disturbios ocurridos el 31 de octubre de 2021. La cercanía entre Ramos y este personaje ha despertado sospechas sobre un posible apoyo político a actos violentos que afectarán gravemente a la ciudad.
El abogado Rodrigo Parada, reconocido por su compromiso con la transparencia, agregó más leña al fuego en octubre de 2024. Parada expuso que Ramos habría estado detrás de una cuenta de X llamada Bucaramanga Santander . Esta cuenta, eliminada abruptamente tras la denuncia, atacaba a ciudadanos y difundía mensajes ofensivos que, según Parada, buscaban manipular la percepción pública.
Lejos de aclarar las acusaciones, Jhon Fernando Ramos decidió victimizarse, calificando la exposición de Parada como una persecución política en su contra. Sin embargo, esta táctica no logró desviar la atención de las graves denuncias. La ciudadanía exige respuestas concretas sobre su relación con Soysari y su presunta administración de la cuenta de X.
Los mensajes que emanaban de dicha cuenta no solo contenían insultos hacia opositores políticos, sino que también eran usados para desacreditar iniciativas ciudadanas. Esto ha generado un rechazo masivo en redes sociales, donde cientos de usuarios cuestionan la ética de Ramos y su idoneidad para representar a Bucaramanga.
El vínculo con Soysari, por otro lado, se ha convertido en una bomba de tiempo. Testigos aseguran haber visto al político en eventos públicos con el vándalo, lo que fortalece la hipótesis de una relación más allá de lo casual. En un contexto político tan polarizado, esta relación pone en entredicho el compromiso de Ramos con la paz y el orden.
Rodrigo Parada, en una entrevista reciente, destacó la gravedad de las acusaciones. «No podemos permitir que personajes así sigan manipulando a la opinión pública mientras se esconden detrás de un partido que predica transparencia y justicia», afirmó. Estas palabras han resonado entre los ciudadanos, quienes ahora exigen una investigación exhaustiva sobre las acciones de Ramos.
El panorama político en Bucaramanga enfrenta un nuevo golpe con estas revelaciones. Cada detalle que sale a la luz apunta a una figura pública que utiliza herramientas cuestionables para avanzar en su carrera. Los verdes, como movimiento político, ahora tienen el reto de decidir si respaldan a Ramos o toman medidas contundentes para recuperar la confianza de la ciudadanía.
La falta de respuesta concreta por parte de Ramos solo ha intensificado las sospechas. ¿Qué oculta este político? ¿Por qué decidió eliminar la cuenta de X tras la denuncia? Estas preguntas, junto con su relación con Soysari, mantienen a Bucaramanga en vilo. El desenlace de este caso podría marcar un antes y un después en la política local.
Mientras tanto, la ciudadanía observa y exige justicia. Ramos debe enfrentar las acusaciones con claridad y asumir las consecuencias si estas resultan ser ciertas. Bucaramanga merece políticos que trabajen por el bienestar colectivo y no figuras envueltas en escándalos y manipulaciones.